me siento al borde de tu voz
y oigo el susurro de mi nombre
viajando en esa música olvidada
Me inspira la ilusión perfumada y
cómplice de la luna entro en tu aposento
mil caricias reprimidas se desplazan de norte a sur
en los paisajes de nuestro amor.
Tus labios se columpian en mi piel,
y mi pecho es el crisol
donde se funden tus caricias.
mil insomnios son la salvación para no morir.
Martha Cortes Rosas
16/08/2016
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