lunes, 19 de septiembre de 2016
EL SANTUARIO DE TU ALMA
Las estrellas se apagaron
como la luz de mis ojos
cuando te marchaste,
dejándome entre sombras.
Y envolviendo mi mirada triste
en este paisaje que me rodea,
besaré con ternura tu recuerdo,
tal vez así se rindan mis lamentos.
Acerca tu oído,
aunque no me escuches:
quiero que sepas
que no he dejado un minuto de quererte,
estoy contigo en cuerpo y alma,
puntual y plena,
aunque estés lejos de mi vida.
Sólo quiero amor mío,
que en cada momento del día
sientas que estoy a tu lado,
porque mi alma te acompaña
y ama cada esquina de tu ser.
El tiempo dejó preguntas que callamos
para no lastimarnos con palabras,
porque son dagas para el corazón
y cicatrices para el alma.
Tu adiós pintó de grises mi arco iris,
y mis alegrías lloran de tristeza,
hincadas frente al santuario de tu alma,
implorando que regreses,
y si no, por lo menos,
que siempre me recuerdes.
Martha Cortes Rosas
19/09/2016
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