Este momento en que te escribo,
palpablemente siento estar contigo,
el céfiro perfumado de tu aliento
abraza mis deseos
y aprieta mis ansias,
llevándome a un viaje fuera de mi cuerpo.
Es una experiencia sublime,
revivo nuestro amor,
mi sensatez la conviertes en locura
y navegando en las olas del pensamiento
llego hasta tu cielo
a postrarme como una estrella más.
Tus labios se columpian en mi piel,
y mi pecho es el crisol
donde se funden tus caricias.
Los recuerdos se cristalizan
cuando tu verbo recorre mis calles mudas,
los latidos se despiertan
ante una nueva aurora,
que alumbra otra vez mi vida…
una aurora que trae un sol de uvas maduras
que presagia: mi destino eres tú.
Martha Cortes Rosas
28706/2016
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